¿Deben dirigirse los avales del Estado a garantizar depósitos o a garantizar la liquidez?
La propuesta del PP de que el Estado avale con 30.000 millones de euros el Fondo de Garantía de Depósitos no ha sido entendida. O quizás no ha sido explicada. El aval se ejecuta y permitiría elevar la actual garantía de los depósitos a los 120.000 euros. El cálculo sale de una elemental regla de tres: si 6.000 millones de euros actuales del Fondo de Garantía de Depósitos garantizan 20.000 euros, los 30.000 adicionales deberían garantizar hasta los 120.000.
La afirmación tiene varios matices. En primer lugar -como dice Solbes- no es lo mismo avalar, que aportar. El Fondo español se basa en aportaciones reales de las entidades financieras. Y por supuesto, la regla de tres no es aplicable de manera directa. Pero es que además: ¿cuántos españoles tienen más de 20.000 euros en depósitos? ¿A cuántos afectaría elevar la garantía del Fondo? ¿No estaremos ante una situación de pánico poco justificado?
Ni fondos ni acciones están garantizados. Se entiende que el ahorrador debe ser protegido, pero no el inversor. ¿Y cuál es la diferencia?
Pero lo más importante: ¿no debería el Estado dirigir sus avales para garantizar liquidez en lugar de garantizar los depósitos? Parece que tiene mucho más sentido que el Estado comprase activos bancarios para aligerar la mochila y permitir que los bancos tengan liquidez con la que recuperar la actividad crediticia. Con permiso del Banco de España, claro.