Sr. Director:

Si no me equivoco la libertad de conciencia ha existido siempre en éste país desde que se instauró la democracia, de la que todos están tan orgullosos y tiran de ella cada vez que les hace falta.

¿Por qué entonces no va a poder echar mano de ella una juez, un farmacéutico o cualquier otro ciudadano que viva en este país tan democrático?

Todos tenemos derecho a apelar a la objeción de conciencia cuando algo va en contra de nuestros principios, y no nos pueden negar ese derecho por ser un funcionario del Estado, por ejemplo.

Dejémonos de hipocresía y seamos consecuentes con todo lo que un Estado democrático implica. Cuando están en juego cosas tan importantes para un país no valen los "sí" a medias.

Esther Estrada Reina

estherestrada11@hotmail.com