"Yo soy una persona laica y de izquierdas", así se define el presidente de la Asociación de Trabajadores Islámicos Marroquíes en España (ATIME), Mohamed el Mirabet. "No he pisado nunca una mezquita en España. Yo defiendo el Islam como una herencia cultural", añade en la entrevista mantenida con Hispanidad.com.

 

Malos mimbres para proponer el control de las 350 mezquitas existentes en España, creando una especie de Consejo Islámico al modo de la Conferencia Episcopal. "Eso daría transparencia tanto financiera como en lo que se dice", asegura Mohamed el Mirabet. El presidente de ATIME asegura que el 11-M ha cambiado la situación y que "algo ha fallado". 
 

Señala que en las mezquitas se dicen "muchas tonterías", pero no se atreve a asegurar que desde los centros islámicos se haya alimentado el fundamentalismo. Sin embargo, en la entrevista de El País proclama: "Se acabó la tolerancia con los iluminados que lanzan sermones en los garages". O sea, que existe "sospecha", como finalmente reconoce. "Hay que abrir las mezquitas para que se sepa lo que ahí se está diciendo".
 

Desde el autoproclamado laicismo, apuesta porque las mezquitas revisen su papel social: "Deben de jugar un papel parecido al que juegan las parroquias cristianas". Es decir, convertirse en centros sociales "que solucione los problemas reales de la gente. Porque la gente no tiene problemas espirituales". ¡Acabáramos! Ahora ya lo entendemos todo mucho mejor. ATIME quiere reconvertir las mezquitas en centros de atención social. A ser posible en delegaciones de la asociación que preside. Al fin y al cabo, "la gente no tiene problemas religiosos".

 

Eso sí, apuesta por la creación del Consejo Islámico "o como quiera llamársele" que asuma la representación de los musulmanes. "No es nuestro papel, pero los clérigos se han mostrado muy poco proclives a avanzar en alguna fórmula de representación institucional", señala Mohamed el Mirabet, que reconoce no haber pisado nunca una mezquita española. A pesar de su laicismo, el presidente de ATIME se permite criticar la falta de formación de los clérigos islamistas, aunque en el fondo, sospechamos que lo que critica es el mismo hecho religioso, aprovechando que el Pisuerga pasa por el Valladolid del 11-M.
 

Y lo peor, el modelo de reforma religiosa "inteligente, pragmática y laicista", propuesto por Mohamed el Mirabet son las parroquias. ¿Qué ejemplo estamos dando los cristianos para que las parroquias no sean observadas como lo que son, centros de adoración y culto? ¿Por qué no nos encuentran cuando buscan a "aquellos que se aman"?