La reorganización de la Administración General del Estado incluía una reorganización también del mapa empresarial estatal. A pesar de las privatizaciones, existe, como Teruel. Existe, pero es un desmadre, como ha puesto de manifiesto un informe de la Intervención General del Estado: más de un 30% de estas empresas presentan irregularidades. ¿Razón? No hay suficientes incentivos para la eficacia, la eficiencia, la racionalidad.
Si esto ocurre con las empresas estatales, qué no ocurrirá con las empresas autonómicas. Cada autonomía ha optado por convertirse en una especie de reino de Taifas con sus empresas adheridas. El INI estatal se ha sustituido por los INIs autonómicos. Pero es que además, el entramado empresarial ha sido el mecanismo utilizado para salvar los límites de endeudamiento.
En el caso vasco se ha convertido en la agencia de colocación del PNV. Ahora que llegan tiempos de racionalización, esos puestos quedan en entredicho. Y seguramente será uno de los temas que se traten en la negociación con el PNV. Pero en algún momento habrá que introducir racionalidad. No sólo en el País Vasco, sino también en toda España.