Los desatinos en materia de política económica se agolpan de manera preocupante. Tras la cumbre hispano-francesa a Zapatero no se le ocurrió otra cosa que anunciar un nuevo proceso de paz para Oriente Próximo. El enésimo, pero con la autoridad moral de un país estratégico y sólido como España. De la Vega explica que la apuesta española por la solución de conflictos es el diálogo internacional y que Francia, Italia y España ya estaban desplegando sus contactos diplomáticos para avanzar en el inicio de las conversaciones

Como es lógico, el embajador israelí en España, Victor Harel, se molestó por enterarse de la propuesta española por la prensa. A esta bronca, De la Vega responde que este jueves, Moratinos habló con su homóloga israelí para intensificar los contactos. O sea, para apagar el incendio. Además, el canciller español se reunirá con el embajador norteamericano en España para explicarle la propuesta. Mucho diálogo, pero poca solución. ¿No sería mejor quedarse quietecitos?