Sr. Director:

Necesito expresar mi indignación y rechazo más absoluto ante la petición de un fiscal en el día de ayer en un caso de pederastia, calificándolo de abusos sexuales (penados con una pena máxima de diez años) y no de violación (con una pena máxima de quince), al no existir (según él) violencia ni intimidación en la comisión del delito.

Pero, ¿en qué mundo vivimos?...no sólo los delitos de pederastia y pornografía infantil siguen aumentando día a día y difundiéndose en la red, sino que un fiscal, el primero que se supone debe velar por el interés del menor, no pide la máxima pena posible para el que ha cometido tan abominable delito. Espero que el juez en este caso sea más cabal y más humano y, por supuesto con la ley en la mano, aplique ésta con contundencia.

Para terminar decir que no se si el fiscal tendrá hijos pero yo soy madre de dos, uno de ellos un bebé de cinco meses y me estremezco al pensar lo que esas inocentes criaturas habrán pasado así como sus familias y los efectos que inevitablemente todos ellos padecerán en el futuro por culpa de un degenerado.

María Sánchez Martínez

mariasanchez@icpv.com