"Y conste que no lo digo por la financiación electoral"

Sí, lo han leído bien. A Llamazares le molesta mucho que los bancos están ganando 20% todos los años. Unos beneficios "que no van parejos a los beneficios de los trabajadores". Además, considera que estos beneficios obedecen a su actividad especulativa, no a la "tradicional" en la economía real. Así que propone un impuesto especial para los beneficios extraordinarios de la banca. ¿A que suena rancio?

¿Cree Ud. que estos beneficios destruyen empleo?, le preguntan en el Colegio de Economistas de Madrid. Llamazares responde que sí, que la actividad especulativa genera turbulencias financieras que termina afectando a la economía real y al empleo. Así que no se le ocurre mejor fórmula que un impuesto especial. Llega a afirmar que podría ser un impuesto finalista –imposible en nuestro sistema- que subsidiara de alguna manera las letras de los hipotecados con rentas más bajas.

Además, propone implantar una tasa Tobin o instrumento similar que permita disuadir la especulación. En su opinión, es el momento de la "economía política", es decir, que el poder político tome las riendas frente al poder financiero. De otra manera, serian las "espaldas de los trabajadores" los que sufrirían los costes de las crisis financieras