Sr. Director:
Se llama Irena Sendler, es polaca, tiene ahora 97 años y merece una película y una biografía para el recuerdo, no menos que Oscar Schindler, a quien ha inmortalizado Steven Spielberg con su "La lista de Schindler".
Oscar logró salvar a 1.000 judíos de la masacre y se lamentó de no haber gastado menos para sí y salvar a más. Irena salvó a 2.500 niños judíos entrando como enfermera en los guetos y convenciendo a los padres para sacarlos de allí y evadirlos de Alemania, en donde les esperaba una muerte segura. En represalia, los nazis le rompieron pies y piernas; pero no pudieron arrancar a Irena la sonrisa de su alma sencilla, tan bella (ni ha presumido ni hablaba de sí y lo que hizo le parece poco).Con nombres falsos, logró evadirlos de Alemania. Al terminar la guerra, diseminados esos niños por Europa, se preocupó de devolverlos a sus familias; pero muchos ya la habían perdido como consecuencia del horror de un tirano en el Gobierno alemán. Esta conmovedora historia, conocida por un trabajo de alumnos de un instituto de Kansas sobre el Holocausto, me lleva a evocar la labor de los pro-vidas por salvar a niños nonatos del horror del aborto.
Como dice Irene Sendler, cristiana ejemplar, "no se plantan semillas de comida. Se plantan semillas de bondad".
Josefa Morales
josefamorales40@gmail.com