El análisis en lo referido al posible adoctrinamiento de la asignatura alerta a los padres de que tanto la concepción de la equidad como los valores a los que hace referencia la LOE no son ni mucho menos neutrales como corresponde a un Estado aconfesional, sino que encarnan elementos muy claros de determinadas ideologías sociopolíticas, de género e identitarias.
El documento anima al lector a preguntarse qué consecuencias pueden tener cláusulas presentes en la propuesta base del MEC como la que dice que la educación de la ciudadanía ya desde la educación infantil debe desarrollar en los niños y niñas sus capacidades afectivas o aquella en la que se indica que deben proporcionarse a los alumnos las habilidades necesarias para desenvolverse con autonomía en el ámbito familiar y doméstico, señalando que bajo esta afirmación puede subyacer una relectura de Engels a partir de la cual se establece como necesario al ámbito de intervención estatal la actuación sobre los entornos familiares, y que sin llegar a los extremos de este estatalismo, el documento esté influido por doctrinas ideológicas neomarxistas, en parte influidas por la obra de sociólogos y teóricos de la posmodernidad.
Partiendo del documento del MEC, HO avisa de la concepción totalizadora de la vida social, que no deja resquicio alguno fuera del ámbito de los principios oficiales a transmitir, incluyendo el hasta ahora sacrosanto entorno de la familia, último reducto de la privacidad y la intimidad en las sociedades abiertas, al que se pretende integrar en la dinámica de la construcción del nuevo discurso identitario, lo cual se contrapone a la tradición garantista que ha inspirado los grandes textos de derechos humanos del ordenamiento internacional.
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