Carmen Gurruchaga, en Onda Cero, afirma que en una relación de pareja, uno hace todo lo que el otro le permite, y el Gobierno le ha permitido a ETA equipararse con el estado de derecho. Es la primea barbaridad a la que ha conducido la política del Gobierno. A mí no cabe la menor duda de que ha sido el entorno de ETA. Ellos le llaman así, la empresa. El supuesto jefe, Txeroki, no sé si ha ordenado o no atentar contra el concejal de UPN, pero forma parta de la estrategia anual de la empresa. Y la estrategia era enviar cartas de extorsión. En un viaje a Navarra el fin de semana, descubrí que había muchas cartas, no sólo una. Quien no se ha equivocado es ETA. Este Gobierno está empeñado en hacernos creer lo que no es.

 

Y señala Gurruchaga si cabe preguntarse dónde está ahora el nivel de tolerancia ahora con ETA y si ese nivel de tolerancia está en un muerto. ETA prometió al Gobierno que iba a poner bombas pero sin matar a nadie. Cuando no es ETA, Batasuna condena, si es ETA, Batasuna no condena. Y destaca Gurruchaga que el Gobierno trata de hacernos tragar unos titulares. Y añade: no me cabe la menor duda de que ETA quiere presentarse a las próximas elecciones. Y Zapatero tiene el mismo interés que ETA en ganar las elecciones. ETA mandó cartas de extorsión justo antes de hacer pública la tregua. Y en cualquier caso, la negociación del cobro de las cartas iba a ser después de la tregua. Y eso el Gobierno lo sabe. Lo que me da mucha rabia es que traten de anestesiarnos. El Gobierno dijo que no iba a permitir la extorsión.