El consejero delegado del BBVA afirma que su salario (8 millones de euros en 2006) y su pensión (44 millones) las decide la Comisión de Retribuciones

El consejero delegado del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA), José Ignacio Goirigolzarri, presentaba en la mañana del miércoles los resultados, buenos resultados, del banco durante el primer trimestre. Ninguna pregunta había logrado inquietarle, tampoco las referidas a la operación ABN, hasta que alguien pronunció las palabras fatídicas. Inquiría el plumífero su opinión sobre la dimisión del Manuel Conthe, justo el personaje que había tenido palabras duras por los elevados emolumentos de los directivos españoles. A Goiri se le mudó ‘la color': explicó que era la Comisión de Nombramientos y Retribuciones del banco quien fijaba las retribuciones del equipo directivo. Y afirmó que lo hacía según dos criterios: "transparencia y buen gobierno corporativo". Algo que no tiene mucho sentido, porque el buen gobierno corporativo consiste en sentar criterios, y no en decidir sueldos según criterios de buen gobierno. El caso es que Goirigolzarri cobró, con cargo al ejercicio 2006, 8 millones de euros de salario, a lo que hay que añadir un fondo de pensiones de 44 millones de euros. Y también hay que recordar que su presidente, Francisco González, batió todos los récords con un salario de 9,8 millones y una pensión acumulada de 53 millones. Y la pregunta tiene todo su sentido porque, antes de dimitir, Conthe estaba estudiando una nueva normativa según la cual no sólo se informara a los accionistas del salario de sus directivos, sino que dichas retribuciones se sometieran a la aprobación de los propietarios. Más que nada porque son los propietarios.