No obstante, el consejero delegado de Gas Natural insiste en que la oferta actual no se modificará y que resulta muy atractiva. Incluso, amenaza con que si se ejecuta el dividendo extraordinario obtenido por AUNA puede rebajarse lo ofrecido. Villaseca no tiene empacho en decir que España necesita empresas de gran dimensión para competir en el estratégico sector energético
Más de 90 minutos lidió el consejero delegado de Gas Natural, Rafael Villaseca, con los periodistas convocados por la Asociación de Periodistas de Información Económica, durante la mañana del viernes, y a pesar de su brillantez acostumbrada no logró convencerles de las dos pegas principales que se interponen en los deseos del grupo catalán de hacerse con Endesa. La primera es el precio. Inasequible al desaliento, Villaseca insiste en que 21,3 euros por acción de Endesa, dos terceras partes en acciones de GN, es una oferta inmejorable.
A media mañana, Hispanidad hablaba con un alto cargo de La Caixa, quien aseguraba que la OPA se mejorará en el momento procesal oportuno, una terminología que consideraba adecuada dado que Endesa no ha hecho otra cosa que judicializar la OPA.
Y el momento procesal oportuno llegará cuando el Tribunal de Defensa de la Competencia elabore su dictamen y el Gobierno dictamine si la venta de activos es la adecuada. Es decir, cuando la CNMV abra el periodo de aceptación de la OPA, o, en palabras de Villaseca, cuando hable el accionista.
Y la OPA puede triunfar si, en el momento procesal oportuno, se mejora el precio y se invierte el pago en metálico y el pago en acciones de la opante. Sin embargo, qué otra cosa podía decir, Villaseca insistió ante la prensa en que no habría cambios. Si acaso, rebajar subir no se puede legalmente- el umbral de aceptación, ahora fijado en el 75%, hasta el 51. Es igual, esta OPA, empleando el viejo dicho madrileño, es más agarrá que un chotis, y será mejorada en el momento procesal oportuno.
Mientras tanto, en el entorno Caixa tienen que decir que no, que la OPA no se va a mejorar, que es una oferta formidable e incluso, -y así lo manifestó Villaseca, insistimos, con su habitual brillantez, que exprime todos los argumentos posibles en su favor - que podría rebajarse, en el caso de que Endesa ejecute lo que ya ha anunciado : que se repartirá un dividendo con cargo al beneficio extraordinario de la venta de AUNA.
Ahí Villaseca explica lo siguiente: Sería tanto como incumplir el artículo 14 de la ley de opas Si no se rebaja la oferta tras un dividendo extraordinario, el opante perdería. Si no se hace así, todas las opas fracasarían.
Pero ya saben. Esperemos el momento procesal oportuno, pongamos en febrero.
El segundo pero a la OPA es muy claro : Villaseca insiste en que si la absorción sale adelante nos encontraremos con que España contará con la 3 empresa del mundo, tras la alemana EON y la italiana ENEL (obvia a EDF por aquello de que no cotiza en bolsa). Tiene toda la razón el primer ejecutivo de GN cuando recuerda que por un montón de razones, entre ellas el retraso en los planes nucleares de distintos países del mundo, el gas sigue siendo la fuente de energía clave para el futuro, y que el gas necesitaría trenes de licuefacción, flotas de buques gaseros, plantas de regasificación, presencia en los mercado internacionales, etc., y que para eso se precisa mucha musculatura financiera.
Lo cual es cierto. Es más, esta es la razón clave de la fusión, la que permite ver con buenos ojos una operación de ese tipo. España necesita de esas empresas con capacidad para competir en el mundo, como dice Villaseca, que no tiene el menor rubor en pronunciar el nombre de España e invocar el interés nacional. Ahora bien, si el propósito es ganar en tamaño, ¿por qué venderle activos a Iberdrola, nada menos que la tercera parte de Endesa? Porque aumenta la competencia en el sector, contesta Villaseca, pero ese argumento no se sostiene: no hay competencia en un sector eléctrico donde las tarifas las fija el Estado. No, lo que no puede ser es que Endesa mengüe en favor de Iberdrola y que la compra de Endesa se financie en parte con activos de la propia Endesa. Eso no suena bien, y será otra cosa que Gas Natural se vea abocada a cambiar.
Y hasta podría ser, y esto es lo que esperan los analistas, que el Gobierno Zapatero se encargara de recortar las ventas de activos de Endesa a terceros. Esa sería la mejor forma de que GN rectificara sin necesidad de que parezca una derrota.
Por lo demás, el consenso de mercado es que resulta inaceptable un precio inferior a los 25 euros por acción y un metálico por debajo los dos tercios. Gas Natural lo sabe, y espera el momento procesal oportuno. La operación, con esos dos retoques, merece todo tipo aplausos. El resto es politización interesada de una operación financiera.