Sr. Director:
Acabo de leer el titular de un artículo de opinión "Garzón, un juez progresista enredado en su ego".

 

Pienso que recoge muy bien el que últimamente ha sido el juez Baltasar Garzón. El articulista defiende al juez por su progresismo. Yo me pregunto: ¿debe ser progresista un juez? Creo que ni progresista ni conservador, debe ser juez, independiente también ideológicamente. Garzón ha demostrado no serlo.

Recordemos que Baltasar Garzón es juzgado por presunta prevaricación al haber ordenado las escuchas telefónicas entre los abogados de la trama Gürtel y sus clientes, los imputados. También que el Código Penal no autoriza estas escuchas salvo en los casos de terrorismo y narcotráfico. Lo que Garzón investigaba es un delito de corrupción.

El articulista continúa: "ningún Tribunal Supremo se hubiera atrevido a ir tan lejos como para sentar en el banquillo a un magistrado con un prestigio internacional tan ganado a pulso. Se enfrenta a una inhabilitación entre diez y veinte años. Asunto difícil y grave para el juez que tiene en su contra, las ampollas que su inteligencia, tan grande como su ego".

Su ego, su estrella. ¿Debe un juez considerarse "estrella"? ¿Debe provocar que los demás le consideren? Pienso que lo que le ha llevado al banquillo ha sido su ego, su afán de estrellato. Esta actitud no da confianza a ningún reo, que toque un juez así no garantiza independencia.

La justicia debe ser igual para todos, luego, si Garzón ha delinquido no es extraño sea juzgado y si se le considera culpable de prevaricación que cumpla la condena independientemente sea o no progresista y/o tenga otros méritos conseguidos en otros tiempos.

José Morales Martín