La verdad es la verdad, la diga quién la diga, en esta ocasión ha sido el señor Gallardón el que ha defendido el derecho a la vida uno de los derechos más sagrados de la mujer, el derecho a la maternidad.
No le faltaron las críticas de la izquierda que le preguntaron al ministro si mantenía su intención de recortar los derechos sexuales y reproductivos de la mujer. Pero no se hizo esperar don Alberto contestando que su Gobierno no solo no los iba a recortar sino que los iba a aumentar con la protección del derecho reproductivo por excelencia, es decir el derecho a la maternidad y la protección del concebido. Esperanza Puente, autora del libro "Rompiendo el silencio" ha reconocido que Ruiz Gallardón "se quedaba corto" cuando alertaba de las presiones para abortar a las mujeres con embarazos no deseados.
Presiones que se multiplican "cuando el bebé viene con malformaciones". En estos casos, "la sanidad pública es una vergüenza". "A la mujer se le explica muy bien lo que va a sufrir el bebé si vive, pero no se le dice absolutamente nada de lo que a sufrir por morirse de la manera que va a morir, ni lo que va a sufrir ella".
El aborto no es humano, sino la mayor muestra de deshumanización, propia de hombres que sobrepasan en fiereza a las bestias. Así como "la moral es la más alta expresión de lo humano", el aborto es la acción más inmoral que pensase pueda.
Ya era hora de que alguien lo defendiera, aunque la izquierda no lo quiera aceptar o entender, ¡este es el verdadero "progreso"!
Elena Baeza