Todo es cierto: los aborteros violan el espíritu de la norma para poder matar más y mejor a todo niño no nacido y para poder ganar más dinero. Ahora bien, no olvidemos que la propia letra de la ley no habla -como creen muchos erróneamente- de 12 semanas. Eso es para la violación, 22 son para el llamado aborto eugenésico y para el primer supuesto, el de peligro para la salud física y psíquica de la madre… ¡no hay límite! En teoría, pues, el doctor Morín, tan filantrópico, o cometió delito al animar -previo pago de 4.000 euros- a una mujer embarazada de ocho meses a hacerse una ‘operación'. Otra cosa es que incumpliera la ley -ése es el fraude de ley habitual- del coladero del peligro para la salud psíquica de la madre.
O sea, que la perversidad ya está en la ley y se multiplica con el uso y la interpretación que se hace de la misma. Pero no, no es una ley de plazos, porque no hay plazo para el supuesto más criminal de todo. Por eso, cuando el PSOE llegó al poder el lobby feminista -uno de los campeones más retorcidos pero más torpe del PSOE- se empeño en llegar al "aborto libre". La cúpula del partido, con más sentido, aclaró que eso iba a anular la mejor defensa de los mercaderes de la muerte: el miedo a hablar de aborto en España, porque pondría el crimen una vez más, en el centro del foro público. Y, además, porque en España ya hay aborto libre.
Eulogio López
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