Confieso que he torturado a los pobres alumnos de la Facultad de Ciencias de la Información en un seminario de PROCOM sobre el periodismo digital. No volveré a hacerlo, lo prometo.

Pero sí puedo decir que me llamó profundamente la atención que muchas de las preguntas que me formulaban y sobre las que esperaban -inconsciencia juvenil, supongo- que yo sabría responder, comenzaban por este preámbulo: "¿No les da miedo que el nuevo periodismo de Internet…?"

El problema del muevo periodismo es que ha muerto el enviado especial, el cronista viajero y el corresponsal. Y es que puede que haya tantos enviados especiales como ciudadanos.

Dicho de otra forma, el problema del periodismo tradicional es que está muerto y el problema del periodismo nuevo es que es microscópico: una multitud de microempresas que se enfrentan a megagrupos multimedia que son como zombies: muertos en vida.

¿Y por qué esos multimedia no se fusionan en pequeños medios? Por la soberbia de los editores, naturalmente, que pretenden mantener el oligopolio a toda costa.

El nuevo periodismo es un periodismo de pymes, pero no por ello abandonan sus principios: la verdad -que no la objetividad- y la información, que no la comunicación.

Es un periodismo de lo pequeño y lo pequeño es libre, mientras los grandes son esclavos e ingobernables. Es más, lo pequeño es estupendo.

Sinceramente, no sé si logré convencerles.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com