El nuevo Ceo, Luis Enríquez, afronta la primera rebeldía interna por el fichaje de Miralles y San Sebastián

 

El nuevo consejero delegado de Vocento, Luis Enríquez, necesita lavarse la cara tras su malogrado plan para fichar a Federico Jiménez Losantos. Y quiere hacerlo a golpe de efecto, para dibujar un trampantojo que engañe al mercado mediático. ¿Qué no cuela Losantos? Pues nada, rápidamente a por otro. Hasta el infinito y más allá. Ahora se ha lanzado a por Miralles e Isabel San Sebastián como bálsamo de fierabrás para el enfermo radiofónico de Vocento, olvidando que el tónico milagroso oculte quizás más efectos secundarios que virtudes curativas. Tal vez, y sólo tal vez, Enríquez debería repasar la historia más reciente de su actual compañía y releer la columna dedicada a ABC por Isabel San Sebastián en diciembre de 2006, desde su tribuna en El Mundo. La periodista no escatimaba dardos envenenados contra el diario monárquico a cuenta de un asunto de enorme calado: la autoría del 11-M. Isabel San Sebastián, ahora tentada para la nueva ABC Radio, sacaba pecho por Pedro J. Ramírez y cargaba entonces contra el ABC, al que le dedicaba "caricias" como incompetente e incapaz de detener su hemorragia en la OJD.

En cualquier caso, en la redacción del ABC hablan y no paran sobre la llegada de antiguos directivos de El Mundo, sin valorar que Miralles no acabara bien con Pedro José. El fantasma de una absorción de ABC por El Mundo no ha desparecido. Por ahora es imposible, claro, porque si Vocento está en crisis Unedisa tampoco anda como para tirar cohetes y porque los italianos de Rizzoli están más que hartos de Pedro J. Ramírez a quien consideran un poquito derrochador y a quien miran de reojo: a fin de cuentas, pretendió sustituirles por Murdoch y a precio de saldo.

Andrés Velázquez

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