Las acusaciones de algunos medios han contribuido a mantener el complejo de culpa de un Gobierno que llegó al poder gracias a casi dos centenares de cadáveres. Este viernes Ramón Jáuregui señaló motu proprio en su declaración inicial en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que el caso del 11-M está cerrado: Los hechos han sido juzgados y los culpables condenados, señaló antes de manifestar su recuerdo, solidaridad y cariño hacia las víctimas.
Siete años después de los atentados nadie ha podido demostrar que el PSOE organizara o colaborara con los autores. No obstante, permanece la sombra sobre Zapatero y su Gobierno por haber sido el principal beneficiario del 11-M. El presidente no quiere que se le acuse por haberse aprovechado y Pepiño Blanco mantiene la retahíla de que él contaba con unas encuestas secretas, las únicas que atribuían una victoria al PSOE.
Rodrigo Martín
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