La prensa internacional, y también la española, ha vendido como un paso adelante del BBVA el hecho de que el gobernador del Banco de Italia, Antonio Fazio, suavizara el jueves las condiciones impuestas a la OPA del banco español sobre la BNL. En especial, al hecho de que Fazio ya no exija que acuda el 50% del capital para que la OPA pueda ser considerada un éxito y el BBVA controle la BNL.
En principio, ciertamente, parece una buena noticia, pero si se observa con mayor atención más semeja un regalo envenenado .A estas alturas, la gran victoria del Contrapacto ha sido convencer los minoritarios de que el BBVA debe mejorar su oferta de una acción de la entidad española por cinco de la italiana. Por tanto, claro que Fazio está dispuesto a que la OPA triunfe. En ese caso, el presidente del BBVA se arriesga a gobernar un banco ingobernable.
En la sede del banco español cunde el abatimiento. La OPA podría ser un fracaso, y aún si triunfa podría resultar un fracaso mayor. FG ya se cura en salud, afirmando que el futuro del banco no pasa por la BNL. Pero entonces, ¿para qué tanto trabajo en conseguir la victoria?