Esta caída se debe, principalmente, a la subida de los ingresos por parte del Estado. La recaudación por el IVA en ese año ha aumentado un 40%.
El avance provisional de las cuentas del Estado que ha sacado a la luz este martes la ministra de Economía, Elena Salgado, parece que es positivo. Según éste, el déficit del Estado habría mejorado las previsiones del déficit público que se habría situado en el 5,1% en 2010, ocho décimas menos de las previstas por el Gobierno para ese año.
El déficit sería de 53.444 millones de euros, 8.000 millones menos de los previstos. Con estas cifras se habrían cumplido los objetivos de déficit marcados por el Gobierno y proporciona un margen de garantía para el cumplimiento del objetivo del 9,3% para el conjunto de las administraciones públicas.
Como consecuencia de estos ajustes, la deuda pública del Estado se ha visto también reducida al 45,7% del PIB, 1,5 puntos menos de lo previsto.
El motivo por el que se ha reducido el déficit es muy sencillo: los ingresos no financieros del Estado han ascendido un 5% hasta alcanzar los 127.388 millones de euros; y es que los ingresos impositivos han crecido un 10,9%, frente al 8,1% previsto. No es de extrañar si se tiene en cuenta que la recaudación por IVA ha crecido más de un 46% sobre todo por el aumento del impuesto a partir del 1 de julio.
Eso sí, la nota del Ministerio nada nos dice sobre la evolución del gasto público. Debe ser porque es un avance, suficiente para que la vicepresidenta Salgado saque pecho.
Así pues, el déficit del Estado ha disminuido porque han hinchado de impuestos a los ciudadanos. Es un buen dato para el Estado, pero malo para los ciudadanos que ven cargados sus hombros de más peso.
Juan María Piñero
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