A pesar de advertir que en año electoral no hay que tirar las patas por alto Como informamos en nuestra edición del lunes, el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, advirtió que en año electoral no hay que echar mano del gasto. "El superávit no es lujo, es una necesidad. De esta manera apoyaba a Solbes en su defensa del 1,8% de superávit del 2007. No sólo frente a los ministerios del gasto, sino también frente a los socios parlamentarios con los que debe ahora negociar el presupuesto.

Sin embargo, a la hora de poner patas a lo que pueda ser tachado de electoralista, Almunia lo justifica todo. El incremento del permiso de paternidad de 15 a 30 días lo justifica porque la "natalidad es muy importante" y no hay que relajar nuestra preocupación demográfica por la llega de inmigrantes. ¿Y el cheque-escolar? El comisario no quiere entrar en el debate concreto, pero avala la fórmula que sea para promocionar la natalidad.

¿Y qué pasa con el anuncio de la subida de las pensiones mínimas?  ¿Puede afectar a la viabilidad del sistema público de pensiones? "Que nadie se preocupe, porque hasta donde yo sé las pensiones mínimas se financian con impuestos, no con cargo a la Seguridad Social", responde. Almunia confunde las mínimas con las no contributivas. Son estas últimas  las que se financian con cargo a presupuesto. Pero en todo caso, ¿está bien cargar contra las cuentas públicas en año electoral? Almunia no responde. No tiene ninguna intención de sustituir a Solbes, pero tampoco pretende colocarle a Zapatero palos en las ruedas. Así que la advertencia frente a la tentación electoralista queda más bien en aguas de borrajas.

En otro orden de cosas: curioso que el comisario no hiciera una sola mención a la eventual responsabilidad de las agencias de calificación financiera en la crisis. Se ve que al chivo expiatorio no le ha sentado nada bien que le echen el muerto encima.