Sr. Director:
Manos a la brecha y menos brocha. Arrancada ya la electoral campaña de las cercanas elecciones catalanas con el bucólico y simbólico acto de la pega sin corte de carteles, la abstención por indecisión y descrédito aumenta, al parecer, su índice en la balsa picante del valor año-duda.

 

Pancartas, tablones, carteles, confeti, mítines, slogans como con cromos de homos y discretos caretos de careta, las farolas de la ofusca realidad catalana han quedado condecoradas con el gasto de la gesta de inmortalizar, con el mejor gesto hipocrático posible, los rostros de los candidatos a gobernar Catalunya desde la Generalitatmente. Dentro de un mes quedará aún esparcido en pedazos de rechazo el rastro de los rostros desechados y maquillados el semblante del electo. Barata no sale la broma, hasta abruma el coste de tanto papel y tinta de anuncio tonto que se cuelga en alto tentempié y que acabará caricaturizado por los suelos con bigote del gato sin votos, gafas de John Lennon y orejas de Dumbo.

El rumbo que toma el gasto político en la partida de marketing  no gusta demasiado a quienes encarrilan de tumbo a tumbo la gesta de convivir sobreviviendo con la vecina crisis. Publicidad de propaganda guerrillera que en vano también se ofrece a mano alzada, por porfiados afiliados que insisten en depositar su típico díptico o cromo de aplomo en la mano que con símil de mulo arruga y lo convierte, a la vuelta de la esquina, en una bola de papelera dejando de este modo a otra bala sin herida. ¡Vaya papeleta!, ¿hay que elegir a uno?

El arte de persuadir con programa y consistencia queda recubierto de cuchara y a cuchillo por la opción desesperada de existir por insistencia permaneciendo y arrendando espacio publicitario para que, como la de supermercados, la información en el punto de venta y la subliminal callejera convenza inconscientemente al dubitativo voto que tanto crece. En tiempos coincidentes de cuelgue de adornos, las luces de navidad iluminan la cara (campaña) del nuevo Mesías catalán. "Más vale pájaro en mano que bueno por conocer".

Oscar Molero Espinosa