Sr. Director:
¡Qué calor hace en Sevilla! Sí. Hace calor. Y, con el calor viene la curiosísima moda del horror. Que cada uno tiene su estilo, no lo niego. Que cada cual es libre de portar las prendas que vea convenientes según su estilo, tampoco lo dudo. Pero eso es una cosa, y otra muy distinta es pasearse por las calles de las calurosas ciudades españolas como si se estuviese en la piscina o en la playa.
No quiero imponer la moda del cuello vuelto y las faldas tobilleras de lana, porque sería absurdo, arcaico e incongruente, además de un gran alarde de masoquismo. Pero hay que recordar que somos personas y que la moda de la hoja de parra pasó a la historia junto a sus portadores. Somos personas, mujeres, hombres, no cuerpos y solo cuerpos, ni carne y solo carne. Es por ello que tenemos que ir vestidos como tal, y sobre todo, eso, ir vestidos. Que cada uno le ponga a eso el estilo que quiera, porque en la variedad está el gusto, ¿o no?
Carmen Lucena Hidalgo
lalucenita@yahoo.es