Sr. Director:
Me llama la atención que la prensa calada de seriedad, incrédula y combatiente frente a ciertos dogmas, suscriba horóscopos simplones que nadie con dos dedos de frente puede creer.
Es habitual que Dios sea maltratado desde sus páginas acusándolo de todos los males de la historia, sin darse cuenta de que sólo Él, y no las predicciones baratas, rige el destino humano y la vida de los hombres.
Salud, dinero y amor se ligan a fenómenos irracionales alejados de la providencia con que Dios cuida a cada persona, porque el hecho de haberla creado, supone para Él una responsabilidad.
Sólo la maldad humana hace blanco contra el mismo hombre y derriba el orden amoroso al que es llamado. Brujos, adivinos y echadores de cartas hacen su agosto porque muchos olvidan que tienen un Padre en el Cielo, una Madre en la Iglesia y un Hermano en Jesucristo.
Ana Coronado
Corana22@gmail.com