Hemos conocido varias dictaduras en el pasado siglo, alguna de las cuales ha resistido el cambio de centuria.
En España seguimos sufriendo una de ellas que, además, es bicéfala. Se trata, como habrán
adivinado, de la dictadura sindical, liderada por los señores Méndez y Toxo. El pasado día 22 -y van…- los españoles, -los valencianos, por lo que a mí me toca- hubimos de soportar que una ínfima minoría de ciudadanos tuvieran en jaque durante varias horas a la inmensa
mayoría, provocando un auténtico caos en el servicio de transporte público de superficie.
Esta dictadura bicéfala, especie de Guadiana, por sus salidas a superficie cuando sus "mentores" políticos pierden en las urnas, funciona como el oso pardo, que duerme durante el invierno -¡menudo invierno el que nos dio ZP!- y despierta cuando apunta la primavera…
Considero que urge una verdadera regulación de los derechos de huelga y manifestación, que proteja el derecho de todos los ciudadanos.
Amparo Tos Boix