Al principio de su intervención en la mañana de este miércoles, Zapatero destacó que el gobierno trabajará por el derecho de los españoles a vivir en paz mediante la actuación policial, judicial, cooperación política y mediante las vías de diálogo. ¿La fórmula? Sin precio político, sino con propuestas políticas. Es decir, mediante la participación de la izquierda abertzale en las instituciones. O sea, derogación de Ley de Partidos y bajar del monte a los radicales. La misma fórmula intentada una y mil veces y una y mil veces fracasada.
¿Quiere Vd. poner la otra mejilla? Zapatero responde con radicalidad: ETA ha roto, es el punto final, con violencia no hay diálogo, ETA no tiene dos bazas. Pero posteriormente señala: El Gobierno ha hecho, hace y hará todo lo posible para alcanzar la paz definitiva y le atribuye la frase a Aznar cuando ETA rompió la tregua de 1997. Es una doctrina del anterior Presidente de Gobierno que me parece razonable y he incorporado como caudal democrático. Con un par.
Así que Zapatero navega. Rompe, pero de momento. Tras el 30-D no hay posible diálogo. Pero al mismo tiempo : todos debemos de buscar caminos. Quizás esta falta de definición, esta incapacidad para contestar si lo del 30-D es un nunca mais es lo que deja fríos a muchos españoles. Y desde luego, nada tiene que ver con un Rubalcaba que afirma en el NYT que nunca habrá una tregua creíble de ETA.