Bronca dura en el seno de las cajas de ahorros. Este miércoles estaba previsto que Quintás diera el pase al presidente de Ibercaja, Amado Franco. Todo iba sobre carril hasta hace 24 horas. Entonces todo se tuerce. Medel plantea problemas de forma: no se puede elegir un nuevo presidente habiendo uno. Quintás se ofrece a retirarse. Nadie dice nada. Silencio tenso. Finalmente se va. Por la puerta de servicio. Una salida poco digna tras 16 años de mandato. Queda Fainé como presidente interino hasta el próximo 20 de abril. Se trata de ganar tiempo. Exactamente la misma estrategia que están siguiendo con el proceso de reestructuración financiera.
Pero el debate de fondo, por supuesto, no es formal. El debate es si las cajas deben de ser bancos o no. O dicho de otra manera, si deben de emitir cuotas participadas con derechos políticos. Todos los liberales se apuntan a esta tesis. Fainé también. Sería la reestructuración de verdad del sistema. Y les permitiría a los 'cajeros' soltar lastre de los poderes públicos. Pero los gobiernos autonómicos se resisten. Así que el debate se centra ahí. Esta es la razón de que se hayan dado mes y medio.
Otro de los temas encima de la mesa es si es razonable que un presidente de una caja como La Caixa con intenciones de fusionarse con Caja Madrid sea presidente de la patronal. Pero ese es otro debate...