¿Qué ocurre en la vida de las personas tras ser víctimas de un trágico accidente? A esa respuesta intenta contestar De óxido y Hueso, un drama urbano donde crudeza y valentía se prodigan a partes iguales.
Stéphanie, una bióloga marina, pierde las dos piernas en un trágico percance. Alain, por su parte, es un boxeador al que una grave lesión en una mano ha alejado de los rings, lo que le ha llevado a desempeñar todo tipo de trabajos e, incluso, a realizar algún trapicheo. Ambos saldrán adelante y llegarán a sentirse "completos" gracias a una historia de amor no exenta de dificultades.
La maravillosa actriz francesa Marion Cotillard vuelve a desplegar todo su talento y sensibilidad interpretando a Stéphanie, un personaje cuya minusvalía cinematográfica ha sido resuelta de forma asombrosa tanto en el montaje de la película como mediante efectos digitales. El relato descarnado resulta verosímil pero puede llegar a agotar al espectador por su atmósfera deprimente y su empeño en mostrar de forma gratuita y machacona escenas de sexo que ralentizan la trama.
De tal forma que, de esta historia, nos quedamos con la lucha por la vida de estos dos perdedores pero nos resulta descarnada la forma de mostrarlo.
Para: Los que no les asusten los dramas humanos narrados con crudeza