Fue Ángel Ron, el jovencísimo consejero delegado del Popular, quien llevó el peso de las negociaciones con el Banco Nacional de Crédito Inmobiliario (BNC) el banco portugués (novísimo banco, por cierto,) del millonario Américo Amorim. Decimos millonario porque el Rey del Corcho es un empresario portugués al que un exceso de liquidez (se llama así) le ha llevado a invertir en muchos negocios. Amorim entra en el Consejo del Popular, con un 4,5% del capital y, quizás lo más llamativo, el Popular no realizará cambios en la dirección del BNC.
La razón es muy sencilla: Ángel Ron ha defendido ante los hermanos Valls la idoneidad del equipo gestor creado por Amorim en 1991. Para quien conozca lo "particular" que es la gestión del Popular, esto constituye una novedosísima noticia.