"Lo bueno se hace esperar"
Ha defraudado. En la mañana de este miércoles estaba convocado un desayuno de trabajo con el responsable del programa electoral del PP, Juan Costa. Muchos periodistas en la sala. Se esperaba que resolviera alguna incógnita sobre la política que pretende llevar a cabo el PP. Pero no ha resuelto ni una sola incógnita. Refugiado en un discurso marketiniano ha dicho que el PP es el futuro, la seguridad y una unidad frente a la incertidumbre, la división y el pasado del PSOE. Por eso "nos jugamos mucho". Pero no aclara las diferencias.
Uno de los asistentes identificado como ‘popular', afirma desde el anonimato que no le gusta la política de vivienda del PSOE, pero que le gustaría saber la del PP. No hubo respuesta. Costa responde con genéricos ‘acuerdos nacionales' y pactos con las promotoras para poner vivienda a precios accesibles. Señala que es un tema "difícil" y no da más detalles que censurar que la vivienda ha subido un 50% con Zapatero y que los tipos están ahogando a las familias. Política. Para aliviar la carga sobre las familias, Costa propone una rebaja generalizada del IRPF (que no ha explicado) y un recorte de las retenciones.
Una obsesión, esta última, en la que se empeña la oposición en una estrategia fracasada. Porque no haya nada mejor que rebajar las retenciones para hacer como que rebajas los impuestos sin hacerlos. Es más: doble contra sencillo a que Solbes se lo ‘compra' y el 1 de enero rebajan las retenciones. Una medida populista, electoralista y que no rebaja la presión fiscal. Sólo soluciona parte de los 11 millones de equivocaciones que tiene la Hacienda pública anualmente y a su favor, por supuesto.
Por supuesto, Costa no resuelve la incógnita de quién será el responsable de la política económica. "Eso lo puede responder muy bien Rajoy". Y el líder de la oposición, ‘pasapalabra'. Ahora no toca. Y eso a pesar de anunciar una "voz única" frente a la "jaula de grillos" del gobierno.
En cuanto a la Ley Electoral, ningún desarrollo. Lo sabido: "Deben gobernar quien haya recibido el apoyo de la mayoría de los ciudadanos". ¿Recuperarán competencias transferidas? Costa tampoco contesta. Sólo afirma que el Estado debe ser "viable" para garantizar la solidaridad, igualdad y cohesión, pero que no está en contra del Estado de las autonomías. ¿O sea? Nada.
Costa censura la política exterior, pero tampoco dice nada sobre cuál sería su alternativa. Y en cuanto a la política social, asegura que debe ser "rigurosa" y no "electoralista", pero sin dar más detalles tampoco. Conclusión: "Lo bueno se hace esperar", sentencia Costa. Sólo que quizás esté llegando un poco tarde. Los socialistas le van tomando la delantera. Y quien pega el primero, da dos veces. Como en la empresa, D. Juan.