• Dentro, la vicepresidenta primera asegura que si la reforma Gallardón no se aprueba es para conseguir consenso ante un asunto tan sensible.
  • Un tema nuevo: la reforma de la Administración. Todavía se puede reducir más el número de instituciones de funcionarios y de políticos: pero ya hemos entrado en periodo electoral.
  • La doctrina Soraya establece cuatro colectivos de funcionarios básicos: médicos, maestros, policías e ¡inspectores de Hacienda!
  • No se lo van a creer: Soraya introduce el concepto de 'consenso' en el asunto catalán.

Consejo de Ministros del 19 de septiembre. La noticia no estaba dentro sino fuera, mismamente en la verja del Palacio de La Moncloa. Un grupo de activistas provida, hartos de la estafa del Gobierno Rajoy en materia de aborto, se manifestaban ataviados con las caretas que representan a los presidentes del Gobierno de la izquierda y la derecha (ver imagen): González, Aznar, Zapatero, Rajoy, todos en fila. Interesante, porque alude al hecho más triste de la triste historia abortera de España, paraíso europeo del infanticidio: abortero ha sido el PSOE y abortero es el PP. Y a veces es difícil saber quién llega más lejos.

A lo mejor era una de las 'sensibilidades sociales' a las que la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría aconseja respetar en el asunto del aborto. Importante asunto éste, el de la sensibilidad social. Quizás por ello, para proteger a los provida, la vice envió a la Guardia Civil al Palacio, salió a la calle y comenzó a identificarles. Para amedrentar y eso. O quizás porque los servicios contraterroristas consideraban que los defensores del nasciturus constituyen un peligro potencial. Va a ser eso, van a ser gases.

A partir de ahí, comienza la rendición de cuentas ante la canallesca presente. Soraya no nos invita a café bien cargado, tras explicarnos por nonagésima vez la reforma de la Administración pública española. Uno entiende que es un asunto importante pero las 89 veces anteriores que nos ha vendido la reforma de la Administración pública podrían resultar suficientes.

Para entendernos, la Administración pública española está cargada de instituciones baladíes, de políticos baladíes y de funcionarios no baladíes pero, con excepciones, de muy escasa productividad. Para eso son funcionarios.

El PP ha reducido instituciones, pocas, ha rebajado el sueldo a los  funcionarios -suficiente o demasiado- y no ha querido reducir el número de altos cargos públicos, es decir el número de políticos. Sí, la Administración puede disminuir los políticos, que pueden cobrar menos y obligarles a marcharse antes a casa.

Número de funcionarios. Soraya dice que en la España de Zapatero se destruía mucho empleo privado y se seguía creando empleo público. Muy cierto. Se impuso la reposición 1 por 10. Muy bien. Pero para servicios esenciales, que según Soraya son sanidad, educación, policías e inspectores de Hacienda, siempre habrá un hueco. No es coña. Los inspectores de Hacienda también. Son tan necesarios como los médicos y los maestros.

Luego está lo de la internetizar la función pública. La clave es la Administración pública por Internet. Se ha aprobado 'Clave', una aplicación para autentificación y firma electrónica. Así, el acceso electrónico de cualquier ciudadano a la Administración será más fácil. ¿A que no 

Y luego, claro, está Cataluña. El Gobierno de España otorga su apoyo a Barcelona como posible sede, en 2019, del Campeonato del Mundo de Atletismo. España se compromete a financiar parte de la organización. Ya está solucionado el problema catalán

Me temo que no. Tras el referéndum escocés, los catalanes se crecen y encima el efecto Pujol se diluye al grito de  "queremos la independencia, odiamos al chorizo de Pujol".

Bueno y luego está la construcción de algo menos de 5 kilómetros de AVE a la altura de Vergara, tierra euskalduna. ¿Saben cuánto cuestan esos cinco kilómetros malcontados 131 millones de euros.

Y ahora, queridos amigos, solacémonos con Escocia y con Cataluña, novedoso tema en la agenda política. De entrada, la vicepresidente abre un nuevo concepto en su discurso: consenso. Hasta ahora el consenso se reservaba para las distintas sensibilidades abortistas: esto es, para saber si debemos matar a 999 o a 1.000. Pero en materia catalana es algo nuevo. ¿Será que tras el referéndum escocés se va a pactar algo entre Madrid y Barcelona Me temo que a estas alturas, con Artur Mas es difícil porque está enloqueciendo. El resto de los soberanistas no es que estén enloqueciendo: llevan locos desde hace mucho tiempo.

Por último, la cuestión de la legalidad. La vicepresidente riza el rizo: "Los escoceses han votado según su ley… el sistema inglés y el español son distintos". De coña, vice. Los legalismos no le salen bien al PP.

Pero luego nos sorprende con otro argumento anti-secesión de más peso: "España es uno de los Estados más descentralizados del mundo, si no el que más". Ahí sí, vice, ahí sí.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com