Tras el periplo americano y el consejo de la TDT de pago del 13 de agosto, De la Vega se ha dado al descanso. Ha elegido las playas de Vilanova i la Geltrú para pasear y broncearse. Incluso se ha dejado fotografiar en un florido bikini. Eso fue este miércoles. Y mala suerte, este jueves las playas han sido cerradas por la presencia de tiburones. Y sí, De la Vega es un tiburón de la política, desconoce el descanso y se come la merienda de sus compañeros de gabinete.
Pero no, no ha sido este el motivo del cierre de las playas. Ahora toca regresar y dedicarse a sus labores políticas ordinarias: manejar la TDT de pago, consolidar la ausencia de publicidad en TVE, impulsar el aborto libre, promover la ley de libertad religiosa y lanzar la ley de igualdad de trato que criminalice a todo aquel que cuestione que la unión de dos homosexuales pueda ser considerada matrimonio.