Con las Olimpiadas, parece despertar algunos medios occidentales en la descripción de la peor tiranía del planeta, que no es otra que la premiada con la organización de las Olimpiadas 2008. Ahora queda esperar algo de los deportistas españoles sometidos a la censura del vergonzoso presidente del COE, Alejandro Blanco, y a la presión del Gobierno ZP, para quien lo importante es que en las ruedas de prensa en Pekín se pueda hablar en catalán.

Y tampoco es la dramática situación en el Tibet lo que define a la mayor dictadura actual y a la tiranía más homicida del siglo XX, que fue la china. Hay derechos violados que son pretéritos y más importantes.

En primer lugar, China es una tiranía por sus atentados contra la vida, con abortos obligados para aquellos que tengan más de un hijo. Penas de cárcel y robo de la criatura por parte del Estado, conculcando el derecho a la paternidad. La mayor masacre de seres humanos en toda la historia de la humanidad se ha realizado en China, con el aplauso del lobby abortero y feminista de Naciones Unidas y de gobiernos occidentales, como el de Bill Clinton, sin ir más lejos.

En segundo lugar, figura la libertad de expresión, inexistente, verdadera prueba del nueve de la libertad en cualquier país.

Libertad religiosa, con la obsesión anticristiana –el resto de credos les importa un pito con la única excepción del Islam fundamentalista- del régimen de Beijing. Por último, las libertades políticas, que no vienen de la mano de las libertades económicas. Lo de política comunista y economía capitalista es un aberración que recoge lo peor de la izquierda y de la derecha modernas.

Además, en el caso chino la corrupción es salvaje, por cuanto todos los miembros del Partido Comunista se han dedicado a hacer negocios con Occidente.

Todo eso es mucho más importante que el Tibet. Y no me extraña que el Gobierno chino asegure que España es su principal amigo en Europa. De hecho, no sólo censura a sus deportistas sino a cualquiera que se atreva a criticar a los chinos. Es la diplomacia cobardona de ZP, que se inclina ante el payaso de Hugo Chávez, no protesta cuando en Mauritania unos militares sinvergüenzas dan un golpe de Estado para derrocar a uno de los escasísimos líderes islámicos democráticos que existían en el mundo, se convierten en valedores de la dictadura turca o no se atreven a plantar cara a los argelinos cuando nos chantajean con el precio del gas. Por no hacer frente, no hacemos frente ni a los piratas somalíes.

Eso sí, nos atrevemos con la feroz dictadura norteamericana. ¡Pues bueno es ZP! Es ese mismo dictador, llamado George Bush quien, antes de aterrizar en Beijing, ha puesto como no digan dueñas a la dictadura olímpica, exigiendo libertad para el pueblo chino (http://hispanidad.com/noticia_ep.aspx?ID=20080807145323). Igualito que España.

Eulogio López