Ghana, Malawi y Tanzania se niegan a aceptarlo

 

Noticias Globales informa de la política seguida por el primer ministro, británico, David Cameron, durante la última cumbre de jefes de Gobierno de la Commonwealth -no faltó ninguno- realizada en Perth (Australia), que tuvo lugar del 28 al 30 de octubre pasado (por cierto, se celebró a la vez que la Cumbre Iberoamericana, donde sí faltaron unos cuantos, como informamos en su día).

El caso es que en la citada cumbre, el señor Cameron amenazó a los países de la mancomunidad británica de privarlos de ayuda económica si no aceptan social y jurídicamente la homosexualidad. Y es que, ya a mediados de este año, la Foreign & Commonwealth office anunció su "inequívoco compromiso con los derechos de los homosexuales" en todo el mundo e indicó a las embajadas del Reino Unido que apoyen las pretensiones de gays, lesbianas, bisexuales y transgéneros. Esa política se basa en la reinterpretación del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y de la Convención Europea de Derechos Humanos.

Así pues, durante la cumbre de Perth, David Cameron declaró: "La ayuda británica debe tener más condiciones. Gran Bretaña es en el mundo, un donante de primera clase. Queremos que los países que reciben nuestra ayuda, adhieran adecuadamente a los derechos humanos, y eso incluye el trato igualitario a gays y lebianas" y aclaró, "estamos diciendo que este es uno de los temas que va a determinar nuestra política de ayuda". Más claro, agua. Chantaje puro y duro. O imponéis nuestra ideología homosexualista o no hay dinero.

¿Cuál fue la reacción africana? Noticias Globales cuenta cómo John Evans Atta Mills, presidente de Ghana, respondió con un comunicado que jamás apoyaría el intento de legalizar la homosexualidad en su país: "Gran Bretaña no tiene el derecho de cambiar los valores culturales y morales de Ghana", añadió. Y le espetó: "Si bien agradecemos la asistencia financiera y toda la ayuda que nos han dado nuestros socios. Si la ayuda no se conduce con nuestros intereses, o si su aplicación o su utilización empeora nuestra situación como nación, o destruye la sociedad que queremos mejorar con ese dinero, no vamos a aceptarla".

Se unieron al rechazo de las pretensiones del Reino Unido, la portavoz del gobierno de Malawi, Patricia Kaliati; y el asesor presidencial de Uganda, John Nagenda, quien acusó a Cameron de "acoso" y de tratar a los ugandeses "como a niños" a los que se les dice lo que deben hacer. "Si necesita llevarse su dinero, hágalo", concluyó dirigiéndose a Cameron.

Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores, Bernard Membe, de Tanzania, declaró: "Tanzania nunca aceptará la propuesta de Cameron, porque tenemos nuestros propios valores morales. La homosexualidad no es parte de nuestra cultura y nos comprometemos a no legalizarla. Tanzania está listo para poner fin a las relaciones diplomáticas con Gran Bretaña si impone condiciones a la asistencia que presta en orden a la adopción de leyes que reconozcan la homosexualidad. Nos guiamos por nuestra tradición. Tenemos familias de una madre, un padre y sus hijos".

Afortunadamente, sigue habiendo en la Commonwealth gobiernos que no ceden al chantaje británico y se niegan a adoptar su ideología homosexualista, contraria a la ley natural. Sobre la ideología homosexualista, ver el escrito del Padre Loring.

José Ángel Gutiérrez

joseangel@hispanidad.com