El PP queda en ridículo ante la City madrileña.
Demasiado hasta para Aguirre, que es bastante tozuda. En la mañana del miércoles 22, la presidenta de la Comunidad de Madrid (CAM) se rendía: ahora está dispuesta pactar con el Gobierno central el proyecto de ley de cajas de ahorros de la capital. La alianza anti-Aguirre de ZP y Gallardón le fuerza a buscar un pacto con Moncloa para un texto consensuado.
Eso sí, no renuncia a, con un texto u otro, realizar el cambio de órganos según la nueva ley y, con ello, cargarse a Miguel Blesa, el amigo de Aznar que, con tal de mantenerse en el cargo otros años más (lleva 13) se ha aliado con socialistas y comunistas, como Moral Santín. Bueno, si no comunista, sí nombrado por Izquierda Unida.
Y es que el Tribunal Constitucional ha admitido a trámite el recurso de Moncloa contra la ley de cajas madrileñas. Si esperamos una resolución del TC -recuerden el Estatut- seguramente Blesa no permanecerá en el cargo otros seis años sino otros seis siglos.
En cualquier caso, Caja Madrid, cuya mora, encima, se ha disparado hasta el 5,57, está siendo la tumba donde se entierre el prestigio financiero de Mariano Rajoy, un líder que permite poner en solfa una entidad por no detener el navajeo entre sus dos subordinados, Aguirre y Gallardón, mientras exige en el Parlamento seriedad a Zapatero en materia de salvamento financiero.