En la mañana de este lunes comparecía la ministra de Educación y Ciencia, Mercedes Cabrera ante el Foro de la Nueva Economía. Disertó sobre la reforma universitaria, el sistema de financiación, la autonomía universitaria, cuestiones más bien técnicas. Pero en el turno de preguntas comenzó lo fuerte. Le preguntaron por la opinión que tenía sobre que los obispos impulsen la objeción de conciencia a Educación para la Ciudadanía. Cabrera se mostró visiblemente molesta: He estado hablando de la universidad.
Pero claro, el asunto no debía quedar sin responder, así que Cabrera se arranca argumentando que la polémica asignatura responde a las recomendaciones del Consejo de Europa y las declaraciones de los derechos humanos y que de los 19 países que tienen esa asignatura, 16 son países miembros de la UE. La asignatura pretende educar para que los niños asuman sus derechos y deberes para vivir en democracia, así que prefiero no responder a esa pregunta. Vamos, que no le ha sentado nada bien el pulso del episcopado.
Más: ¿Incluirá esta asignatura la formación en las relaciones interpersonales y en la consideración de la homosexualidad como una opción sexual más? Cabrera ya se empieza a salir de sus casillas. Insiste en que el Consejo de Estado ha aplaudido la redacción de los decretos de mínimos, y que no sólo ha dad su visto bueno, sino que lo ha considerado aconsejable. Los contenidos están en el borrador remitido a las CCAA y al Consejo de Estado y yo rogaría al que critica esta asignatura que primeo se informe.
El problema es que nos hemos informado y que el asunto no nos gusta nada. La puesta de largo prevista para este martes, no augura nada positivo. El mismo Gregorio Peces Barba, estará presente en el acto. Y fue quien señaló que la asignatura adoctrinante bien vale una legislatura. Prepárense para lo peor.
Y una última cosa: el Consejo de Europa ha recomendado que exista una asignatura de Educación para la Ciudadanía para enseñar Constitución española, sistema político y derechos humanos. Pero eso ya se enseña en Ciencias Sociales. Y la ministra Cabrera sigue sin responder sobre los contenidos de la polémica asignatura. Porque sabe que contraponer la ética civil con la religiosa como hace- supone la garantía del levantamiento de la jerarquía católica y de los padres católicos. Atentos a las pantallas, porque este tema generará mucha cola.