• Por su parte, Dilma Rousseff, aprobó una ley de distribución de un fármaco abortivo en todo el sistema sanitario del país.
  • En otras palabras, los médicos brasileños están obligados a dispensar la píldora abortiva del día siguiente a las detemrinadas mujeres.
  • La ecologista Silva ya es la favorita para ganar, aunque en una segunda vuelta, según las últimas encuestas.
En Brasil, que celebra elecciones presidenciales el próximo 5 de octubre, las encuestas echan humo.

Los últimos sondeos otorgaban la victoria en primera vuelta a Dilma Rousseff (Partido de los Trabajadores) con el 34% de los votos, frente al 29% de su principal rival, Marina Silva (Partido Socialista de Brasil).

Pero la tendencia se ha invertido. Y en dos nuevos sondeos dados a conocer el miércoles, Silva es ya la favorita para ganar, aunque en una eventual segunda vuelta.

En concreto, Silva ganaría en la segunda vuelta del 26 de octubre con un 46 por ciento de los votos contra un 39 por ciento de la actual presidenta, según la encuesta de Ibope.

No obstante, el respaldo a Rousseff en la primera ronda subió a un 37 por ciento desde el 34 del sondeo previo; mientras que el de Silva creció hasta un 33 por ciento, cuatro puntos porcentuales más que en la anterior.

En lo que respecta a los valores no negociables, el texto del programa electoral de Marina Silva deja claro que, en caso de ser presidenta, se compromete a "garantizar los derechos de la unión civil entre personas del mismo sexo". El texto no utiliza la palabra "casamiento", que aparecía en un primer borrador, sino que se habla de "unión civil", según informa DW. Aunque da lo mismo como se llame -matrimonio o unión civil- si tiene los mismos efectos jurídicos que el matrimonio -respetuoso con la ley natural- entre hombre y mujer.

Sobre la legalización del aborto, la candidata socialista se compromete a "consolidar" en el ámbito de la salud pública los casos de aborto contemplados ya en la legislación actual, o sea, que se pueda matar al niño cuando la gestación es fruto de una violación, constituye un riesgo de vida para la mujer o cuando el feto no tiene cerebro.

En lo que respecta a la actual presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, el 1 de agosto de 2013, cuatro días después de que el Papa Francisco embarcara en el avión en Río de Janeiro (Brasil) de regreso a Roma y concluida la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) Río 2013, la presidenta Rousseff aprobó y convirtió en ley el proyecto PLC 3/2013, que abrió las puertas a la distribución de un fármaco abortivo en todo el sistema sanitario del país.

Tras ser publicada la ley el 2 de agosto en el Diario Oficial de la Unión, los centros médicos de Brasil están obligados a administrar la píldora abortiva del día siguiente a las mujeres que hayan sufrido una violación, hasta 72 horas después del crimen sin necesidad de que se compruebe el hecho, informó Aciprensa. 

Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com