Sr. Director:
La cruz roja hace enrojecerde vergüenza e indignación, al menos la C.R. Española, por el juego interactivo que ha elaborado, recomendado por el Ministerio de Educación y financiado por Sanidad para chicos/as entre 15 y 18 años y muestra lo que se supone una fiesta normal entre jóvenes  y seleccionar alguna entre varias opciones de relaciones sexuales (besos, masturbación, sexo oral, caricias, uso/intercambio de juguetes sexuales, sexo vaginal o sexo anal) en las que es necesario o no utilizar preservativo.

 

La Cruz Roja, por los Convenios de Ginebra se compromete, entre otros, a: respetar al ser humano, su honor, los derechos de la familia, las costumbres, las convicciones religiosas y la dignidad de la mujer.

Como se ve, una vez más este Gobierno  hace tabla rasa de los derechos de la familia, las costumbres, las convicciones religiosas y la dignidad de la mujer. Opino que por su juego interactivo la C.R. de ZP debiera ser expulsada de la Organización internacional, a menos que sea ésta la que recomendó el jueguecito.

Parece no ser religioso el motivo por el que la Cruz Roja adoptó este distintivo; no obstante, su sola formulación evoca el sacrificio como expresión máxima del Amor de Dios, como parece confirmarlo la posterior denominación de la Media Luna Roja como distintivo de los países musulmanes. Sea como sea, dado el proverbial horror que nuestro Presidente -como el demonio- tiene a la Cruz, no parece exagerado suponer el intento de ZP de ofertar dos por uno: vilipendiar a la Cruz, al tiempo que hunde un poco más a nuestras jóvenes generaciones en el fango del desenfreno en su intento de controlarlas.

Amparo Tos Boix