Con Babel, el cineasta mexicano Alejandro González Iñárritu cierra su trilogía de dramas humanos compuestos por historias entrecruzadas (los anteriores films son Amores perros y
Con Babel, según Iñárritu, pretendía narrar una historia en la que se hablase de las diferencias que separan a los seres humanos debido a las barreras físicas y al idioma. Pero a medida que avanzaba en este relato, escrito junto a su habitual colaborador Guillermo Arriaga, Iñárritu se dió cuenta de que las cuatro historias tenían un nexo en común: todos sus personajes, independientemente de su procedencia o estatus social, coincidían en que sufrían algún tipo de tragedia, estaban aislados y sentían un profundo dolor
Babel comienza con el ataque inconsciente de unos niños pastores con un rifle a un autobús de turistas en el desierto marroquí. Sus disparos cambiarán la vida de una pareja norteamericanaA su vez, la ausencia del hogar de esta pareja dará pábulo a que su asistenta hispana se lleve ilegalmente a sus pupilos a México para asistir a una boda a la que la cuidadora no puede faltarMientras, en el lejano Japón una joven sordomuda se siente desplazada y rechazada debido a su minusvalía
Como ocurría con las dos anteriores películas de este director mexicano (Amores perros y
El título de Babel (como se habrán imaginado) hace alusión a que en este film, rodado en tres continentes, aparece un abanico amplio de lenguajes a lo largo de todo el desarrollo de la trama. Sin embargo, el espectador capta absolutamente todo porque fundamentalmente se habla de amor y dolor.
Babel parte como una de las películas favoritas, de este año, en la carrera de los Oscar de Hollywood.
Para: Adultos acostumbrados a contemplar duros dramas