Aupa Etxebeste tiene una trama sencilla pero muy ingeniosa. El mismo día que la familia Etxebeste sale de vacaciones para Marbella, el cabeza de familia, que aspira a convertirse en alcalde de su pueblo, se entera de que están arruinados. Para mantener las apariencias frente a sus vecinos, el clan Etxebeste (compuesto por el matrimonio, su hijo adolescente y el abuelo) deciden permanecer encerrados todo el mes en su casa, sin que nadie lo sepa, lo que provocará un sinfín de anécdotas. En el transcurso de esos treinta días la familia se lanzará amargas verdades pero, al mismo tiempo, se unirá más que nunca.
Aupa Etxebeste recuerda, por su tono de crítica social y su toque agridulce (terriblemente humano), a las comedias de los años 50 del genial dúo formado por Luis Garcia Berlanga y José Antonio Bardem. Detrás de esta película también hay dos hombres: Telmo Esnal y Asier Altuna, dos jóvenes técnicos que ahora han decidido pasarse a la dirección. El resultado es una comedia de humor con mayúsculas. Nada que ver con Torrente y sus groserías simplonas (el estreno de la semana)
De alguna forma, Aupa Etxebeste demuestra que, en nuestro país, se puede hacer cine de humor sin recurrir al chiste de sal gorda y a los excesos sexuales, que es a lo que estamos acostumbrados. Eso sí, se lo adelanto para que nadie se lleve sorpresas, en Aupa Etxebeste los personajes dicen demasiados tacos. Salvo ese pequeño defecto, Aupa Etxebeste merece tener suerte en la taquilla.