Salgado sufre el síndrome del Ministerio de Hacienda, según algunos Zapatero estaba entusiasmado al terminar su discurso en el Debate sobre el Estado de la Nación. Brillante, sonriente, complacido. Por supuesto, toda la bancada socialista se ha puesto en pie a aplaudir. También los del banco azul. Quien más ha aplaudido, la última en sentarse ha sido De la Vega, emocionada de haberle dejado al PP sin discurso.
Sin embargo, la que menos ha aplaudido, la que se ha sentado primero, ha sido Salgado. Y es que hay quien piensa que la vicepresidenta segunda sufre el síndrome del Ministro de Hacienda, preocupado por los dineros. Y la factura de lo anunciado hoy no es pequeña: 5.000 millones del segundo plan local, 600 millones añadidos para el plan Renove Turismo, otros 600 millones para la modernización de la Justicia y pizarras digitales y portátiles para todos. A eso hay que sumar el ahorro de 1.000 millones de euros y la incógnita de la factura de la financiación autonómica y la reestructuración del sistema financiero.
Sin embargo, la que menos ha aplaudido, la que se ha sentado primero, ha sido Salgado. Y es que hay quien piensa que la vicepresidenta segunda sufre el síndrome del Ministro de Hacienda, preocupado por los dineros. Y la factura de lo anunciado hoy no es pequeña: 5.000 millones del segundo plan local, 600 millones añadidos para el plan Renove Turismo, otros 600 millones para la modernización de la Justicia y pizarras digitales y portátiles para todos. A eso hay que sumar el ahorro de 1.000 millones de euros y la incógnita de la factura de la financiación autonómica y la reestructuración del sistema financiero.