Sr. Director:
El Sr. Andrés Velázquez ha emitido una deposición en forma de artículo en el que se felicita de la actitud de un delincuente de nombre Artur Mas.

 

A este individuo que colabora en su digital le he mandado la siguiente carta:

En su escrito "Artur Mas insiste en pedir a Rajoy la soberanía fiscal para Cataluña" usted declara que la nueva actitud de Mas es elogiable porque no es independentista, al pedir una confederación.

Lo que segrega su vómito en forma de escrito es una soberana genuflexión y servil puesta de trasero a esa criminalidad que se conoce falsamente como "nacionalismo" y no es más que la tiranía de unas castas oligárquicas localizadas en Cataluña y País Vasco, castas que a pesar de su continuo victimismo no pueden ocultar a toda persona informada históricamente que siempre han sido privilegiadas por ese estado "invasor" y "sometedor" contra el que tanto claman.

Desde los Borbones no se ha hecho más que privilegiarles y consentirles. Hasta el mismo franquismo los mimó con políticas fomentadoras de la industria en esas dos regiones, y con sustanciosas subvenciones, amen de la mano de obra "charnega" o "maketa" que se les hizo trasladar allí para el correspondiente florecimiento de las burguesías locales de esas dos regiones, que sí, en aquel momento -por exigencias del guión- eran franquistas de "lealtad inquebrantable", pero que mantenían intacto su racismo contra el resto de España.

Se equivoca, ese confederalismo que usted majadaramente alaba es incluso más perverso que la independencia, pues rompe la unidad nacional. De hecho este régimen actual diseña una especie de confederación a través de las CC.AA., a las que se dota de soberanía política al tener competencias políticas, cuando lo procedente hubiera sido que sólo se les hubiera dotado de competencias administrativas.

Y es que un país fragmentado en "nacioncitas", paísitos, "estaditos" y entes de incomunicación, perjudican como nada en el mundo a ese país y lo que es peor: a esa sociedad, que queda cuarteada en fronteras artificiales.

Por eso España no saldrá jamás de la crisis: porque es un país fragmentado en entes artificiales que sólo responden a los intereses de las castas y oligarquías políticas localistas.

No, está usted muy equivocado, y lo peor es que usted participa de ese decadentismo políticamente correcto que lleva a contemporizar con los separatismos, que aunque no planteen la independencia sí que proponen algo mucho peor: la fragmentación política, social, económica y cultural mediante una confederalización suicida.

A partir de ahora desconfiaré de este digital en el que usted escribe. Y así se lo haré saber al director, al que tampoco creo que le importe mucho esa confederalización gradual que venimos padeciendo desde que se instaló el régimen autonómico y "autocómico" si no fuera porque nos va a llevar al atraso permanente como sociedad y como en economía.

En esta fase de la humanidad, sólo las sociedades con alto sentido de su unidad e identidad se salvarán de la quema que la globalización materialista y expoliadora conlleva.

Sólo los países que salvaguardan su unidad serán capaces de erigirse en naciones democráticas, avanzadas, prósperas y justas.

Es usted un irresponsable colaboracionista de los separatismos criminales y totalitarios. Me da usted asco.

Arriaca Villaescusa