La historia ya la conocen. Telefónica quiere comprarle a Portugal Telecom su 30% de la brasileña VIVO, así controlaría la gestión y fusionaría VIVO con Telesp. PT se niega, y exige más dinero, además de que el Gobierno Sócrates bloquea la situación.
Así que el presidente de Telefónica ha dado un paso más: como accionista -9% del capital- Telefónica quiere que, en la próxima junta, se proponga a los propietarios un dividendo extraordinario de un euro por acción. Con ello, tentaría a los minoritarios y a los fondos, ciertamente, pero invalidaría el argumento que permitiría a PT vender VIVO con la cabeza alta. Ese argumento no es otro que el dinero que se obtenía con la venta serviría para abrir nuevas oportunidades en un lenguaje de habla portuguesa, el Brasil creciente.
Miriam Prat
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