Christine Lagarde estará al frente del BCE previsiblemente el 1 de noviembre
Ocho años han pasado desde que Christine Lagarde fuera nombrada directora gerente del FMI. Era el undécimo director gerente de la institución, la primera mujer y el cuarto ciudadano francés que dirijiera el Fondo.
Nadie quiere hablar todavía de nombres, pero lo cierto es que a puerta cerrada los ministros de euro de la Unión Europea comienzan a mover las fichas para asegurar que el sustituto de Christine Lagarde sea un europeo, tal y como manda la tradición.
Una tradición no escrita dentro de las normas del Fondo Monetario Internacional que contempla que sea entre los candidatos elegidos por consenso de las instituciones europeas en un proceso “abierto, basado en méritos y transparente”. Tras los acuerdos de Bretton Woods de 1944 en los que se fundó el FMI y su institución hermana, el Banco Mundial, las grandes potencias se repartieron la designación de la dirección de ambos organismos. Estados Unidos elige al presidente del BM y Europa al máximo responsable del Fondo. David Malpass fue elegido al frente del BM el pasado mes de abril y ahora la salida de Lagarde que será presidenta del Banco Central Europeo, el uno de noviembre, ha abierto las quinielas para su sucesión.
Tras los acuerdos de Bretton Woods de 1944, las grandes potencias se repartieron la designación de la dirección del BM y del FMI. Estados Unidos elige al presidente del Banco Mundial y Europa al máximo responsable del Fondo
Todavía no hay nombre pero el pasado lunes, durante la reunión del Eurogrupo, Mario Centeno, su presidente, señaló que era “bastante importante” especialmente “dadas las tensiones geopolíticas y comerciales” que debe convertir a Europa en uno de los protagonistas de este escenario complicado.
Así que dado el interés mostrado en que el puesto recaiga una vez más en un europeo, se barajan nombres.
Alex Stubb, actual vicepresidente del Banco Europeo de Inversiones (BEI) y que trató de ser el candidato del Partido Popular Europeo (PPE) a la presidencia de la Comisión Europea, además de haber sido antes primer ministro de Finlandia, es uno de los nombres más repetidos.
También aparece el nombre del holandés Jeroen Dijsselbloem, con el que España tuvo sus más y sus menos cuando fue presidente del Eurogrupo y no precisamente por la derrota infringida al español Luis de Guindos cuando el ministro de Economía le disputó la presidencia.
Kristalina Georgieva, actual directora ejecutiva del Banco Mundial, ex comisaria europea y uno de los nombres que también se barajó para la cúpula de la Unión Europea para los próximos cinco años también está en la lista al igual que Mark Carney, actual gobernador del Banco de Inglaterra, que aunque es canadiense tiene también pasaporte británico e irlandés, e incluso George Osborne, ex ministro de Finanzas del Reino Unido, que ha emprendido campaña para ser uno de los candidatos, algo que parece difícil por el Brexit.
El nombre de Nadia Calviño aparece también en las quinielas. El pasado lunes a su llegada a Bruselas para la reunión del Eurogrupo, Calviño tuvo que responder a la pregunta de si era una de las candidatas y si se veía en el puesto de Lagarde en Washington. Era la primera vez que se le preguntaba sobre la sucesión en el FMI y seguramente le pilló por sorpresa. No dijo que sí, ni que no sino todo lo contrario, en su línea vamos. "No hemos empezado las discusiones siquiera de tipo informal, con lo cual me parece prematuro reflexionar sobre estos temas. "Desde el punto de vista español, y yo creo que desde el punto de vista de todos los Estados miembros, la prioridad es que el director gerente del FMI siga siendo un europeo".
Se postula para el cargo el holandés Jeroen Dijsselbloem, con el que España tuvo sus más y sus menos cuando fue presidente del Eurogrupo y no precisamente por la derrota infringida a Luis de Guindos
De la carrera parece haberse caído ya el italiano Mario Draghi, que tras su mandato al frente del BCE muchos situaban como un candidato ideal para el FMI. Sin embargo Mika Lintila, ministro de Finanzas de Finlandia, que en este momento está al frente de la presidencia rotatoria de la UE, ha señalado que el bloque respetará los límites de edad del FMI, que exige que el director ejecutivo tenga menos de 65 años, una regla que no cumple Draghi, que tiene 71.
Dicen que a los europeos les puede salir competencia. Como hace ocho años el mexicano Agustín Carstens, actual director general del Banco de Pagos Internacionales, y gobernador del Banco Central de México entre 2010 y 2017. O el indio Raghuram Rajan, antiguo economista jefe del FMI y gobernador del Banco Central de India.
Y es que, la tradición no escrita que determina el nombramiento ha generado quejas por parte de las economías emergentes y organizaciones no gubernamentales (ONG), quienes han criticado la falta de transparencia y que no refleje la evolución actual en la economía global.