A mayor gloria de Jennifer López, la estrella regresa a un género que le encanta: la comedia romántica, con la temática de bodas que ya protagonizó en Planes de boda (2001), pero complementándolo con su faceta de cantante. Le acompañan en el reparto Maluma y el actor Owen Wilson.  

En esta ocasión interpreta a una estrella de la canción que impulsivamente se casa con un modesto profesor de matemáticas, tras constatar que su novio, otro popular cantante al que estaba prometida, le ha sido infiel. Son dos personas muy diferentes en un  mundo dominado por los clics, las visitas y el número de seguidores de redes sociales.  

Posiblemente a muchos les atraiga que estrene esta película cuando todo apunta a que pasará pronto por el altar con el actor Ben Affleck, con quien mantuvo una relación del 2002-2004, que se rompió, según ha confesado el también director, por la presión mediática. Algo que también se aborda en este film y se denuncia el abuso de ofrecer cualquier aspecto de la vida privada en las redes sociales, sin olvidar la falta de intimidad de estas estrellas que viven con una auténtica “troupe” de colaboradores.

Como comentario frívolo podemos decir que Jennifer luce espléndida a sus 52 años, más aún si constatamos que en su vestuario hay “poco textil”, lo que no deja mucho a la imaginación del espectador.

¡Ah!, entre los números musicales que vemos en la película hay uno de muy mal gusto, al comienzo de la película, donde Jennifer, imitando a la inefable Madonna, sale con unas mallas trasparente llenas de cruces y cantando con bailarinas vestidas de monjas. ¿Por qué siempre se imita LO PEOR?

Para: incondicionales de Jennifer López que se traguen cualquier sapo, disfrazado de caramelo romántico.