Si en la serie televisiva, con duración propia de las “sitcoms” americanas, todas las “confesiones” discurrían delante de una máquina de café, ante la cual los empleados de una empresa contaban sus peripecias vitales y también sus fobias y filias por otros compañeros, en este film, los tiempos mandan, recurre a salir de la oficina parte de su metraje para que conozcamos algo más de la vida de esos personajes, la mayoría de ellos muy locuelos. Arturo Valls, al frente del reparto, sigue siendo Jesús Quesada el más vago de la oficina al que, por sorpresa, convierten en el nuevo director lo que provocará situaciones auténticamente delirantes.

Hay que recordar que del año 2005 a 2009 la serie Camera Café se emitió en la cadena Telecinco, con audiencias impensables actualmente que rondaban el 25% de share. Ahora regresan en formato cinematográfico prácticamente con el mismo reparto coral, sobre cuya fisonomía no parece haber pasado el tiempo, dirigidos por Ernesto Sevilla.

No cabe duda que han puesto interés en exprimir la vida privada de esos empleados pero los gags cómicos que se suceden no acaban de funcionar y algunos elementos presuntamente graciosos como la urna que “Cañi” (Esperanza Pedreño) porta de las cenizas de Bernardo (César Sarachu no ha participado por incompatibilidades laborales) se hacen pesados y se echa de menos, por ejemplo, la faceta sindicalista del personaje de Julián Palacios (interpretado por Carlos Chamarro) que aquí se ha diluido al convertirse en la mano del derecha del nuevo jefe de la oficina. Como es habitual en las comedias actuales hay dos cameos significativos, el de la veterana cantante Karina y el de “influencer” Ibai Llanos.

En lo que sigue la misma línea argumental, ya que en su paso por televisión fue un acierto, es que no hay chistes políticos, salvo la presencia fotográfica de Albert Rivera, que era y sigue siendo el ídolo de Quesada.

Joaquín Reyes, Miguel Esteban y Ernesto Sevilla firman el guion de esta comedia repleta de surrealistas situaciones, que ha optado por un humor infantil bastante simplón.

Para: únicamente, los que les gustara la sitcom televisiva.