Ursula von der Leyen se ganó el pasado martes el favor de los eurodiputados, por tan solo nueve votos. Adaptó su discurso -previo a la votación- en favor de socialistas y liberales con la esperanza de ganarse sus votos. No obstante, consiguió menos apoyos de los que esperaba y se distanció de la derecha, que le reprochó 'venderse' a lo políticamente correcto.

Sin jugársela, apostó por el feminismo -quiere un Ejecutivo con el mismo número de varones y de mujeres: "Las mujeres queremos nuestra justa parte", afirmó- y la lucha contra el cambio climático -quiere que el viejo continente sea pionero en la neutralidad respecto al clima en 2050-. Además, se dio un plazo de 100 días para demostrar que su llegada a la presidencia de la Comisión no había sido un error. 

Ursula von der Leyen quiere un Ejecutivo con el mismo número de varones y de mujeres: "Las mujeres queremos nuestra justa parte"

El salario mínimo es otra de las luchas que quiere extender a Europa. Ahora bien, es conocida en Alemania por la creación del salario maternal. Esta prestación fomentaría la natalidad, que escasea y nos aboca a un invierno demográfico que amenaza a la economía. Ahora sólo queda esperar a ver si Leyen pelea o no por esta medida, impropia de la agenda de izquierdas. 

Se dice que es cristiana, aunque no se opuso a la aprobación del homomonio en su país. Fue sonada la polémica que surgió cuando ejercía como ministra de Defensa, allá por 2013. Se resistió a incluir, además de a sacerdotes cristianos y protestantes, a rabinos e imanes para que sirvieran a los militares, aunque terminó cediendo. "Toda nuestra cultura se basa en la cultura cristiana", afirmó a Spiegel Online, a lo que más tarde añade: "Tenemos que aclarar primero nuestra propia posición para que después podamos abrirnos a otras religiones".

En definitiva, la nueva presidenta de la Comisión Europea se las da de progre para no perder el favor de la izquierda, pero se queda corta. Con cinco años por delante como presidenta, tal vez termine abjurando un poco más de sus principios. Mientras, Annegret Kramp-Karrenbauer -AKK para los amigos- ha sustituido a Leyen como ministra de Defensa en Alemania.