Carlos San Basilio, secretario general del Tesoro
El Tesoro Público ha presentado este miércoles su estrategia de financiación para 2020, ejercicio en el que se estima que la emisión bruta de deuda se sitúe en 196.504 millones de euros, un 6,2% inferior a la anunciada a principios de 2019. La emisión neta prevista será de 32.500 millones de euros, inferior también en un 7,1% a la propuesta el pasado año, según Carlos San Basilio. El secretario general del Tesoro y Financiación Internacional ha asegurado que "un Gobierno que presente unos Presupuestos en línea con las prioridades de este Ejecutivo y los compromisos con Bruselas" dará confianza a los inversores.
El programa de financiación para 2020 parte de un escenario conservador, que podría revisarse a lo largo del año. El compromiso del Gobierno con la consolidación fiscal y la progresiva reducción del déficit permitirá seguir intensificando la reducción de la ratio de deuda pública sobre PIB, según San Basilio. Muy optimista, el secretario general.
Las favorables condiciones de financiación han permitido que el Tesoro Público haya completado su programa de financiación de 2019 con una emisión neta de 19.960 millones de euros, lo que supone una reducción del 41,8% sobre el cierre de 2018, constituyendo la menor emisión neta desde 2007. Esta importante disminución de la emisión neta ha sido posible gracias a la buena evolución de los costes de financiación, la progresiva recuperación de la autonomía financiera de las Comunidades Autónomas y la gestión más eficiente de la tesorería del Estado, dice el propio organismo.
La emisión bruta ha caído por debajo de 200.000 millones de euros por primera vez desde 2011, situándose en 192.814 millones de euros, un 9,5% menos que en 2018.
La emisión bruta ha caído por debajo de 200.000 millones de euros por primera vez desde 2011, situándose en 192.814 millones de euros, un 9,5% menos que en 2018
Durante todo el año se ha mantenido la confianza de los inversores en la economía española, lo que se traducido en una mejora de la calificación crediticia del Reino de España por parte de la agencia Standard and Poor’s, la reducción a la mitad de la prima de riesgo y el incremento en más de tres puntos porcentuales de la participación de inversores internacionales y de cuentas de calidad.
Asimismo, han continuado reduciéndose los costes de financiación del Tesoro, que han registrado mínimos históricos. El coste medio de las nuevas emisiones se ha situado en el 0,23%, lo que supone una disminución de 41 puntos básicos sobre el de 2018. El coste medio de la deuda en circulación se ha reducido hasta el 2,19%. Esta reducción ha sido posible porque más de la mitad de la deuda emitida por el Tesoro, el 55,4%, se ha adjudicado a tipos negativos.
Las menores necesidades de financiación han permitido un ahorro en el pago de intereses sobre la previsión de principios de año de 2.371 millones de euros. La carga financiera ha sido de 24.357 millones de euros en términos de contabilidad nacional y ha continuado reduciéndose su peso como porcentaje del PIB, que ha caído desde el 2,8% en 2014 hasta el 2%.
Estos descensos se han producido en un entorno de incremento de la vida media de la deuda del Estado en circulación que ha aumentado ligeramente hasta los 7,55 años, frente a los 7,45 de finales de 2018
Como principal novedad en 2020, el Tesoro tiene el objetivo de lanzar la primera emisión de un programa de bonos verdes, para contribuir a la financiación de los compromisos de España con la transición ecológica. Para esta emisión, el Tesoro seguirá las mejores prácticas del mercado en el diseño del Marco de Bonos Verdes y se apoyará en la experiencia de otros emisores soberanos y en la labor de armonización a nivel europeo. Asimismo, se garantizará la transparencia en la asignación de los fondos y en la comunicación del impacto de las inversiones.
Para esta emisión, el Tesoro seguirá las mejores prácticas del mercado en el diseño del Marco de Bonos Verdes y se apoyará en la experiencia de otros emisores soberanos y en la labor de armonización a nivel europeo
Está previsto que toda la financiación neta se obtenga a través de la emisión de instrumentos a medio y largo plazo. Se hará frente a 84.969 millones de vencimientos a medio y largo plazo. De esta forma la emisión bruta a medio y largo plazo ascenderá a 117.469 millones de euros.
Por lo que respecta a las emisiones regulares de valores del Tesoro, está prevista la realización de 48 subastas ordinarias de Letras y de Bonos y Obligaciones del Estado. Como regla general, se realizarán dos subastas al mes de cada modalidad. La emisión esperada en estas subastas ordinarias se situará dentro del rango publicado, sin tener que alcanzar el máximo anunciado.
En 2020 el Tesoro Público recurrirá nuevamente a las sindicaciones bancarias para la emisión de determinadas referencias de Obligaciones del Estado. Asimismo, podrá emitir Deuda del Estado mediante colocaciones privadas, que se ejecutarán en la medida en que contribuyan a la diversificación de la base inversora.
El Tesoro prevé continuar este año con su programa de Bonos y Obligaciones indexados a la inflación europea. Se trata de un programa que permite diversificar la base de inversores de la deuda española y que favorece la estabilización de la carga financiera de la deuda. En los cinco años de vigencia, el programa de Bonos y Obligaciones ligados a la inflación ha acumulado un volumen total de 52.921 millones de euros, lo que supone el 5,4% del total de la Deuda del Estado en circulación y convierte a España en uno de los emisores de referencia en este mercado, junto con Francia, Italia y Alemania.