La Torre TEMM, de Telefónica Movistar, en Santa Fe, el distrito financiero más importante de México
Telefónica ha cerrado este jueves la venta de su filial en Nicaragua por 437 millones de dólares, unos 390 millones de euros. Con éste, son cinco los mercados a los que renuncia la operadora que preside José María Álvarez-Pallete. Ha vendido Costa Rica, Panamá y Nicaragua a Millicom International Cellular por un montante total de unos 1.455 millones, e hizo lo propio con Guatemala y El Salvador: en enero se las vendió a Carlos Slim por un total de 570 millones de euros. Las cinco operaciones suman unos 2.025 millones de euros.
Telefónica abandona Centroamérica, pero sigue siendo el primer operador en Chile, Argentina, Perú y Brasil donde, además, es la teleco que más invierte. Con la venta de Nicaragua se cumple el plan de Pallete: cerrar los mercados no rentables. Ahora, la gran decisión que tiene el presidente encima de la mesa es México. “Hemos lanzado un plan estratégico para mejorar orgánicamente, pero si en ese camino surgen ofertas, las contemplaremos”, afirmó Pallete en febrero, durante la presentación de resultados anuales. No, Pallete no está contento con la evolución del negocio y entre los planes para revolucionar esa filial, intenta llegar a un acuerdo con AT&T para compartir redes.
México es el país de habla hispana más importante, con 110 millones de habitantes, pero es el primer mercado de Carlos Slim, y el ingeniero no tiene ninguna intención de facilitarle las cosas a Telefónica
La solución no se puede demorar mucho, a la vista de los resultados del primer trimestre: el Oibda (flujo operativo) de Telefónica México cayó un 92,6% “impactado por los compromisos de espectro, la caída de los ingresos de servicio y por la regulación”, señaló la compañía en un comunicado.
México es el país de habla hispana más importante, con 110 millones de habitantes, pero es el primer mercado de Carlos Slim, y el ingeniero no tiene ninguna intención de facilitarle las cosas a Telefónica. En este contexto, la decisión de abandonar México tampoco es sencilla: supone reducir la presencia de la teleco española y limitarla al sur del continente americano. Slim y AT&T serían los grandes vencedores que, además, se dispondrían a seguir avanzando hacia el sur.