Pedro Sánchez ha recibido, en la tarde del viernes, a la fiscal general del Estado más sectaria de la década, que ha pasado de ministra de Justicia al más alto cargo ‘penal’ de la nación, sin estación intermedia. 

Lo curioso es que Dolores Delgado le haya entregado, por anticipado, la memoria de la Fiscalía que se presentará el próximo lunes en la apertura del año judicial. Un gesto de sumisión ante el Ejecutivo que podía haberse evitado pero la impunidad es la marca de la izquierda española.  

Delgado fue quien llamó “maricón” al que luego sería su compañero de Gabinete, Fernando Grande-Marlaska, en presencia de su amigo, el juez Baltasar Garzón, a quien pedía permiso para hablar. Sin embargo, nunca fue encausada por delito de odio.

En cualquier caso, la memoria fiscal se presenta en la apertura del año judicial. Pero ya lo dijo Sánchez, ¿quién manda en la Fiscalía? Pues eso.